DIA 11 DEMAYO DE 2013

y SI,¡el lunes empiezo!
Reduciré el café.
Comeré menos pan.
Andaré 30 minutos.
Evitaré golosinas y/o galletas.

Y que conste que lo hago por salud, el parecerme a
Tara Lyn no me disgusta.

Beber Agua



Casi todos escuchamos las recomendaciones de médicos de que recomiendan tomar 2 litros de agua al día.  La mayoría de las personas no lo hacen porque para calmar la sed beben gaseosas, café, jugo, bebidas alcohólicas y otros líquidos durante el día.

Pero todas estas bebidas no aportan los beneficios que da el agua al organismo. El agua nos mantiene hidratados y nos saca la sed sin aportar calorías ni azúcar como otras bebidas.  Además el agua ayuda a mantener la piel bien humectada, limpia y a mantener las células de la piel jóvenes.  También favorece la eliminación de toxinas, grasas y desechos del organismo, activa los riñones y el sistema digestivo por lo que mejora el funcionamiento de estos órganos.

Yo misma





Mi nombre es Marisa, tengo 36 años y siempre
he estado a vueltas con el peso...Tengo una talla 48-50 
mido 170 cms,mi peso anda por los 90 kilos aproxima-
damente, aunque como mi constitución es ancha esos kilos
pasan bastante desapercibidos , de hecho no parece que pese tanto.

He decidido realizar este blog debido a una bursitis trocantérea, 
que es básicamente una inflamación de la articulación de la
cadera debido mayoritariamente a mi obesidad.También he de
añadir las piedras en la vesícula que me detectaron no
hace mucho aunque quizá se deba mas bien a un
factor genetico pero el exceso de peso no ayuda. No Hago casos
a los avisos sore la salud ya que siempre he pensado que saldré
airosa de todo pero empiezo a preocuparme...

Recomendable

 Mientras que esta claro que necesitamos hacer ejercicio y no ser sedentarios, la pregunta de la cantidad de ejercicio diario es algo más complejo. Los expertos están constantemente cambiando estas cantidades, por las que suelen confundir y desorientar. Algunos dicen que se necesitan al menos treinta minutos tres o cuatro veces a la semana, y otros una hora al día. El hecho es que a muchos de nosotros nos cuesta mucho hacer 60 minutos diarios de ejercicio, y de hecho hacer 20 ya es un problema.

Caminar a paso rápido 30 minutos seis días a la semana es suficiente para reducir la circunferencia de cintura y el riesgo de síndrome metabólico, un trastorno cada vez más frecuente relacionado con la obesidad y el sedentarismo, indica un nuevo estudio.




La Semana de la Moda en Río de Janeiro

Fashion Rio


La extrema delgadez desfila en la pasarela

El Fashion Rio desata la polémica del estado físico de las modelos

 

La Semana de la Moda en Río de Janeiro

No es la primera vez que salta esta polémica entre modelos y desfiles. La Semana de la Moda en Río de Janeiro ha creado polémica por el estado físico de las modelos y la extrema delgadez de las chicas que lucían la ropa interior. A  algunas de las chican, incluso, se le marca en el pecho la estructura ósea.

 

Fashion Rio

 

 

 

Fashion Rio







Curiosidades


La chica que sueña con pesar 420 libras (105 kilos)


Tammy Jung no es como cualquier otra joven de 23 años de edad, mientras que la mayoría controlan las grasas y cuentan calorías para evitar excesos de peso, esta joven sigue una rigurosa dieta para engordar y consumir 5.000 calorías al día con la esperanza de llegar a las 420 libras, según informó Daily Mail.

Para perseguir su objetivo, esta chica cambió radicalmente su rutina diaria. Dejó de salir con sus amigos y realizar actividades saludables como jugar al voleibol para quedarse en casa comiendo todo tipo de alimentos con muchas grasas. Así, en apenas seis meses la chica logró subir a las 230 libras, informó Mirror.

Tammy reveló que antes compartía las mismas inseguridades de cualquier adolescente, intentaba mantener su figura con el deporte y cada vez que se miraba al espejo se veía gorda. “Siempre pensé que era gorda y tenía poca autoestima”, afirmó “después me di por vencida con el deportes y empecé a engordar. Al principio intentaba negarlo. Pero un día, me miré al espejo y comprendí que estaba gorda y me sentí muy bien al respecto”
Su novio de 28 años, Johan Ubermen, apoya a Tammy en su objetivo de alcanzar las 420 libras porque está muy “impresionado” y ayuda dándole batidos a través de un embudo, la única forma de que ella logre ingerir más comida una vez que está completamente llena.
Los médicos le advirtieron a Tammy de lo dañino que es semejante dieta y objetivo para su salud, ya que con semejante rutina aumentó su riesgo de sufrir una muerte prematura; pero a ella le da igual. Se siente atractiva y con autoestima, además su gordura se ha convertido en su forma de ganarse la vida.
Y es que a través de Internet se anuncia como una belleza de mucho peso: “Tengo un montón de peticiones para comer y pesarme ante la cámara. Incluso algunos hombres me envían guiones, así que sé que tengo que decir”.
Afirmó que por un mes de trabajo consigue más de 900 dólares, “y espero ganar más cuanto más gorda esté”, informó MSN. Esta chica ni la salud ni lo que piensen otros le importa, ella se ve sexy y disfruta mostrando su cuerpo en internet.

tara lyn



Tara Lynn desafía la tiranía de las tallas

 Siendo au pair en París, con 21 años, Tara Lynn (Seattle, 1982) tocó fondo. La niña de seis años a la que cuidaba le dijo: “Yo te quiero igual, aunque mis amigas se rían de ti porque estás gorda”. “El comentario me afectó tanto que me eché a llorar. Pensé: ‘Suficiente, desde hoy estoy a dieta”, cuenta. Empezó a hacer jogging. A vigilar lo que comía. Adelgazó 30 kilos en dos años. “Y pensé de nuevo: ‘Vale, tengo que dejar de obsesionarme con el peso”. Hoy no baja de la 42 y es una de las modelos de tallas grandes más solicitadas del planeta.La industria de la moda la descubrió a principios de 2010, cuando desafió desde la revista V junto con otras colegas de rutilantes curvas a la delgadez imperante en las pasarelas. Pronto, las publicaciones más relevantes del sector (Elle, Glamour, Vogue Italia) fijaron su atención en Lynn. H&M la contrató como imagen de baño en 2012. Su carrera es imparable desde entonces. Pero se sabe una rareza. “Basta con abrir una revista o mirar la televisión para contemplar un mundo de mujeres delgadas e ideales según un patrón ya establecido. Yo no he sentido la misma presión que las modelos muy delgadas, a las que se las empuja a vivir obsesionadas hasta con la línea que marca el hueso de su cadera”.
 Hace cuatro o cinco temporadas, desde algunos de los foros autorizados de la moda parecía existir una reivindicación de estereotipos alternativos. Asomaban mujeres más mayores, con más curvas o, sencillamente, diferentes Reales. Incluso el propio Karl Lagerfeld, que proclamó que Adele estaba “un poco demasiado gorda”, tuvo que tragarse sus palabras al ver cómo Anna Wintour situaba a la cantante en la portada de Vogue (el diseñador le envió varios bolsos de Chanel a modo de disculpas). Pero existía una sensación de antojo, de reivindicación pasajera. Algo, por otra parte, congénito a esta, ya de por sí, caprichosa industria. “Soy consciente de esa hipocresía”, reflexiona Lynn. “Mucha de la atracción mediática que captamos entonces las modelos de tallas grandes parecía dirigida a encubrir la presencia de tanta maniquí esquelética.

Por momentos nos sentimos como una diversión más en ese circo. Algo así como: ‘Mirad, apostamos por la diversidad’. Piensas que has roto un molde, cuando, en realidad, te han metido en otro. Pero, en última instancia, sí me siento partícipe de esa diversidad en la belleza por la que muchos claman”.
 Junto con sus contundentes reflexiones, Tara Lynn esgrime una risa contagiosa y expansiva. También una trayectoria diferente. “Jamás pensé en dedicarme a esto. Esa es la ironía del asunto: que crecí sintiéndome una mujer grande y acomplejada y hoy he triunfado gracias a mi físico”. Entró por primera vez en una agencia de modelos el día antes de cumplir 25 años. Es decir, a la edad a la que muchas piensan en retirarse. Por entonces había vendido maquillaje, despachado muebles, trabajado en un banco (“donde me convertí, probablemente, en la peor empleada del año”, se ríe). Se dejó hacer unas polaroids “por sacarme un dinerillo extra para retomar mis estudios de filología”. Habla francés, árabe y español (“tuve un novio venezolano”, justifica).
 Dice que nunca hubo revistas en su casa (su madre es ceramista y profesora, y su padrastro, batería) y que jamás pensó en ser modelo. “A esto solo te dedicas si alguien te anima mucho o te paran por la calle. No es mi caso. Quería ser cantante de ópera o de jazz. Incluso, estudié canto y se me daba bien. También quise ser escritora. Aún hoy escribo para mí”. No piensa en el futuro. “Se me ocurren mil cosas estimulantes que hacer cuando me queme de la moda. Pero lo primero será tener una casa propia, porque ahora vivo metida en una maleta”. (El PAIS 14/03/2013)

 

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